EL SUSTANTIVO
Tradicionalmente el
sustantivo se ha definido como una palabra que sirve para designar personas,
animales o cosas que tienen existencia independiente, ya en la realidad, ya por
abstracción. Esta concepción no tiene en
cuenta los aspectos formales, sino que se apoya exclusivamente en criterios
semánticos.
Sin embargo, los criterios
semánticos por sí solos no son suficientes para diferenciar los sustantivos de
otras clases de palabras. El término cosas
resulta muy vago, dado que un sustantivo puede designar, entre otros valores:
·
Objetos físicos: libro, mesa
·
Cualidades: belleza, caridad
·
Acciones: movimiento, agitación
·
Situaciones o propiedades: imaginación, creencia
·
Sentimientos: alegría, odio
·
Tiempo: mediodía, semana
·
Relación: amigo, vecino
·
Número: docena, centenar
Por otra parte, los
adjetivos también pueden designar cualidades (bello, caritativo...), y los
verbos por lo general designan acciones (mover, agitar...). De ahí la necesidad
de aplicar criterios puramente formales para el reconocimiento del sustantivo.
Características combinatorias del sustantivo
Atendiendo a sus posibles
combinaciones con otros elementos, el sustantivo presenta las siguientes
características:
·
Puede aparecer con el artículo y con otros
determinantes:
·
La mesa mi
casa
·
Ese movimiento mucha
belleza
·
Cualquier sustantivo puede siempre combinarse con
las formas de cuantificación mucho
(mucha, muchos, muchas), cuanto (cuanta, cuantos, cuantas), tanto (tanta,
tantos, tantas) y cuánto (cuánta, cuántos, cuántas).
·
Mucho daño
·
tantos insultos
·
cuánta gente
Por
el contrario: *mucho rápido
(rápido no es sustantivo)
*cuánto lejos
(lejos no es sustantivo)
·
Los sustantivos son siempre palabras tónicas y
pertenecen a una clase abierta. Así, son sustantivos de creación reciente
palabras como horterada, amiguismo, aperturismo...
Clasificación
de los sustantivos
·
Sustantivos animados y sustantivos inanimados: se
llaman sustantivos animados al que nombra realidades que tienen vida: rosa,
pino, mariposa, hombre, etc.
Se llama sustantivo
inanimado al que nombra realidades carentes de vida: roca, río, nube, etc.
·
Sustantivos comunes y sustantivos propios: se llama
sustantivo común al que se utiliza para designar el conjunto al que pertenece
la realidad que nombra: cuando se nombra una realidad (por ejemplo, mesa) se
indica que forma parte de un determinado grupo de realidades (un determinado
tipo de mueble).
Se llama
sustantivo propio al que nombra una realidad particular, diferenciándola del
resto de realidades, individualizándola. No admite, por tanto, el número
plural. No tiene otro significado que el que le da el contexto. Así, María no
significa nada, y sólo adquiere valor en el contexto en que diferencie a una
mujer en concreto.
·
Sustantivos concretos y sustantivos abstractos: los
sustantivos son concretos cuando nombran una realidad que tiene una existencia
física que pueden captar nuestros sentidos: roca, flor, agua, estatua, pájaro,
niño, etc. También se consideran concretos cuando nombran realidades propias de
la imaginación a las que se les puede atribuir una representación física:
gigante, fantasma, extraterrestre, etc.
Los sustantivos
son abstractos cuando la realidad que nombran pertenece al mundo de las ideas y
sólo puede materializarse en el pensamiento: fe, temor, enemistad, etc.
·
Sustantivos individuales y sustantivos colectivos:
son sustantivos individuales los que designan a un único individuo, como la
mayoría de los sustantivos comunes: árbol, barco, vaca, persona, etc.
Son sustantivos
colectivos los que nombran a un grupo de individuos de la misma especie:
bosque, flota, rebaño, multitud, etc.
·
Sustantivos contables y sustantivos no contables:
son sustantivos contables aquellos que designan realidades que se pueden
contar.
Tres libros muchos pájaros algunos casos
Son sustantivos
no contables los que no se pueden contar, a no ser que nos
refiramos con ellos a clases o variedades distintas.
*dos petróleos *varias platas *tres aguas
El sustantivo desde el punto
de vista funcional
Si atendemos a la función
sintáctica, el sustantivo se caracteriza por poder funcionar como núcleo o
centro de un grupo nominal. Es decir, el sustantivo-núcleo es aquella palabra
hacia la que convergen los demás elementos del grupo (determinantes, adjetivos,
palabras o grupos con preposición, oraciones).
El libro pequeño de Juan que leíste ayer.
·
Además, el sustantivo, o el grupo al que pertenece,
es capaz de desempeñar en la oración las funciones de sujeto, complemento
directo, complemento indirecto y complemento de régimen:
Me apetece agua Prefiero pan
Di el vaso a
Mario Hablaron de política
* También puede desempeñar
la función de complemento
circunstancial dentro de un grupo nominal sin preposición, o bien
formando parte de un grupo con preposición:
Te veré el
jueves Lo comía con
ansia
Estuve en casa Lo hizo sin ganas
·
Asimismo puede desempeñar la función de complemento
agente de un participio, si va precedido de las preposiciones por o de, y también la de atributo:
Complemento
agente: Odiado por (de) los hombres
Atributo: Juan
es médico
·
Por último, un sustantivo puede complementar a otro
sustantivo (bien directamente [aposición], bien mediante una preposición), a un
adjetivo o a un adverbio:
A un
sustantivo: Ciudad dormitorio
(aposición).
La casa de
Juan (mediante preposición).
A un adjetivo:
Lleno de satisfacción.
A un adverbio:
Cerca de casa.
El género en el sustantivo
Uno de los rasgos más
característicos del sustantivo es el de poseer género gramatical.
No se debe confundir género
y sexo. El género es un rasgo gramatical. El sexo, en cambio, es un rasgo
biológico propio de algunos seres vivos. Género y sexo no siempre coinciden:
existen sustantivos en los que el género es un rasgo gramatical inherente que
no tiene reflejo en la realidad:
La pared el
muro el ordenador
Y existen seres que en la
realidad presentan diferencias de sexo y se designan, en cambio, con un
sustantivo sin variación de género:
La ardilla macho la ardilla hembra
Con respecto al género hay
dos clases de sustantivos:
·
Aquellos que tienen como rasgo propio o inherente el
ser masculinos o femeninos:
Pared (es
inherentemente femenino)
Césped (es
inherentemente masculino)
Pertenecen a
este grupo los sustantivos que designan seres no animados y algunos que designan
seres animados. En este caso, el género se manifiesta mediante la concordancia
con determinantes y adjetivos:
La, esta, alguna... pared blanca
El, ese, mucho... césped cortado
·
Aquellos que pueden ser masculinos o femeninos,
dependiendo de la terminación o desinencia:
Chico/chica
En este caso es
la diferente terminación la que manifiesta el género.
Las terminaciones o
desinencias de género
Desinencias generales
Masculino
|
-o (casco)
|
-e (jefe)
|
0 (capitán)
|
Femenino
|
-a (casa)
|
* Muchos sustantivos que
designan seres animados se valen de las desinencias o terminaciones para
diferenciar no sólo el género gramatical sino también el sexo.
-
En este caso, el femenino se suele marcar con la
desinencia –a, y el masculino con las desinencias -e, -o o con la ausencia
de una marca propia:
Desinencias
–o/-a: chico-chica; gato-gata
Desinencias
–e/-a: nene-nena; jefe-jefa
Sin marca 0/-a:
concejal-concejala; señor-señora
-
Existen otras desinencias para el femenino: -esa,
-isa, -ina, -triz:
-esa:
abad-abadesa; alcalde-alcaldesa
-isa:
sacerdote-sacerdotisa; poeta-poetisa
-ina:
héroe-heroína; gallo-gallina
-triz:
emperador-emperatriz; actor-actriz
-
En ocasiones el género (y el sexo) de los seres animados se
diferencia con la oposición de palabras y no con terminaciones. Este fenómeno
se denomina heteronimia.
Padre-madre hombre-mujer varón-hembra
Padrino-madrina caballero-dama caballo-yegua
Yerno-nuera toro-vaca carnero-oveja
*Ciertos sustantivos no
animados también presentan la oposición de género ---o/-a no para marcar
diferencias de sexo, sino para diferenciar contenidos relacionados con el
tamaño, la forma o la distinción árbol – fruta:
Tamaño o forma: cesto-cesta, cubo-cuba,
jarro-jarra
Árbol y fruta: manzano-manzana,
guindo-guinda, naranjo- naranja.
·
Algunos sustantivos tienen un significado diferente
según se combinen con determinantes o adjetivos de distinto género:
El/la editorial el / la frente el / la cólera
El / la orden el
/ la corte el / la coma
Son casos de sustantivos homónimos.
Los géneros común, ambiguo y
epiceno
·
Sustantivos comunes en cuanto al género: se habla de
género común para designar a aquellos sustantivos que carecen de género propio,
pero necesitan diferenciar el sexo, lo que hacen mediante el artículo u otros
determinantes:
El / la
estudiante el / la
pianista el / la paciente
Modernamente se han desdoblado en masculinos y femeninos
sustantivos referidos a títulos y profesiones que, hasta hace poco, eran
comunes en cuanto al género:
Ministro-ministra notario-notaria abogado-abogada
Arquitecto-arquitecta ingeniero-ingeniera filósofo-filósofa
Filólogo-filóloga médico-médica perito-perita
·
Sustantivos ambiguos en cuanto al género: algunos
sustantivos, no animados se dejan acompañar indistintamente por determinantes y
adjetivos masculinos y femeninos sin diferencias gramaticales ni semánticas,
aunque pueden darse diferencias de registro o estilo.
El / la mar el / la armazón el / la linde
Azúcar blanquillo / blanquilla el / la acné
el / la maratón
·
Sustantivos epicenos: los sustantivos inherentemente
masculinos o femeninos que designan personas o animales sin diferenciar sexo se
llaman epicenos:
Gorila víbora elefante
Rata cuervo cría (animal)
El número del
sustantivo
Los sustantivos
presentan (como los adjetivos) en determinadas ocasiones, ciertas dificultades
en cuanto al número, pues la regla de añadir –s o –es para el plural no siempre
se cumple:
-
Añaden –s: sustantivos y adjetivos terminados en
vocal átona:
Mesa/mesas,
silla/sillas, metrópoli/metrópolis
-
Añaden –es: sustantivos y adjetivos terminados en
consonante, a excepción de los terminados en
-is:
árbol/árboles,
verdad/verdades, ciudad-ciudades
-
Fluctúan entre añadir –s o –es: sustantivos y adjetivos acabados en vocal
tónica. La mayoría de los terminados en –á, -í, -ú tónicas ha preferido la
forma –es.
Jabalí-jabalíes-jabalís,
faralá-faraláes, bigudí-bigudíes-bigudís
Aunque suele preferirse el plural con –s:
Mamás, papás, bisturís, esquís, canesús, champús, menús
Para
los sustantivos y adjetivos terminados en un diptongo tónico, en la actualidad
se ha impuesto la forma en -es (pese a
que palabras de incorporación más reciente
a nuestra lengua se dé una alternancia):
Ay-ayes, convoy-convoyes,
jersey-jerséis, paipay-paipáis
-
Sustantivos que carecen de plural (singularia
tantum): son palabras que , atendiendo a su significación, sólo abarcan la
singularidad:
Zodiaco, cenit,
sed, salud, cariz, caos.
- Sustantivos que carecen de singular
(pluralia tantum): son palabras que desde un punto de vista formal no se pueden
expresar mediante los morfemas propios del singular; pero la carencia de
singular no implica imposibilidad de significado en singular, es decir, se
pueden emplear para referirse a una sola entidad:
las
fauces, los víveres, los enseres, las exequias, las afueras, los honorarios
-
Otros plurales problemáticos: existen un buen número
de sustantivos que –en su mayoría extranjerismos tomados del francés o del
inglés- presentan según su grado de integración en la lengua española, la
desinencia –es o –s en la formación del plural, o bien pueden permanecer
invariables:
Álbum/álbumes gag/gags
Anorak/anoraks gigoló/gigolós
Argot/argots gueto/guetos
Ballet/ballets hippy/hippys
Bloc/blocs hobby/hobbies
Boicot/boicots jersey/jerséis
Claxon/cláxones majorette/majorettes
Club/clubes penalti/penaltis
Cóctel/cócteles pub/pubes
Complot/complots rally/rallies
Debut/debuts récord/récords
Fax/fax telefilme/telefilmes
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